jueves, 26 de noviembre de 2009

Latidos.

A veces oigo otra respiración a mi lado... no puede ser, dice una pequeña voz en mi cabeza, no hay nadie en este otro lado, hubo alguien una vez, pero le resultó tan fácil cruzar la puerta que ni siquiera miró atrás...
Hubo alguien una vez, yo se que tú estabas aquí, llenando mucho más que un espacio.
No conseguirás que se me vaya de la cabeza, no vas a lograr que te olvide.
No importa que en tu cabeza cada noche, no suene mi aliento, porque tú sigues a mi lado cada madrugada.
No importa que no me quieras, nunca te lo pedí.
No importa nada, si no vas a venir.