viernes, 4 de septiembre de 2009

NUBES GRUYERE.

Hace un rato, mientras me asomaba a la ventana porque ya no encontraba el oxígeno de la habitación, entre todas las nubes azul claro que han decidido salir a pasear esta noche, un hueco me dejó ver una luna llena de luz.
Y volví a meterme en la habitación para que el impulso de saltar al vacío que me había recorrido por dentro segundos antes, se extinguiera de forma suave y en absoluto letal.
Y como buen armadill@ me convertí en una pelota y arrojé lejos de mi el peligro de tenerte de nuevo acariciándome la espalda, porque en el fondo se que en esta vida jamás volverá a suceder.
Me iré pronto a la cama, a ocupar mi mitad y contar ovejas.

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