...Y no se porqué.
Por lo general tengo miedo a lo desconocido, pero cuando te fuiste y te llevaste mi vida contigo... dudo que me acercase nunca tanto a la muerte como en ese momento.
Me gustaría encontrar un limbo que me distrajese la mente de ti, en el que mis manías y mis cerebro, fueran capaces, por si mismas de mantenerme fuera, al margen, en otra dimensión que no sea la tuya.
No sabes cuanto te quiero y cuantísimo te echo de menos.
Ahora ya no pienso en qué era mi vida antes de conocerte, le doy vueltas qué se ha convertido mi "no-existencia" tras tu paso por mi corazón.
Y, como todo es opuesto en esta vida, tengo que oir, como muchos me cuentan lo bien que te va todo y lo felíz que eres... no esperes que me apene oirlo, al contrario, pero qué perfecto sería, si yo estuviera dentro de las frases.
No puedo seguir con mi vida, deberías- y es tan sólo mi humilde opinión- volver y reanimarme, sacarme de este coma al que me has sentenciado, no querrás cargar por más tiempo con estas ojeras y esta cara tan fea, no?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario